sábado, 19 de septiembre de 2009

Treserols

Cuenta la leyenda que hubo una vez tres doncellas, hijas del jefe de una tribu de pastores, que vivían felices en el mundo maravilloso de los valles del Alto Aragón, cobijados entre montañas. Las chicas daban calabazas a sus numerosos pretendientes porque no querían separarse nunca. Pero un día, mientras cuidaban el ganado, fueron atacadas por tres guerreros de una tribu rival con ánimo de seducirlas.

Como las leyendas de los viejos tiempos tienen versiones para todos los gustos, no está muy claro si las muchachas se resistieron tan valientemente que perdieron la vida o si, por el contrario, sucumbieron gustosas al deseo de los guerreros, que eran muy apuestos. Lo cierto es que, al día siguiente, toda su tribu las buscó sin hallar rastro alguno hasta llegar a los pastizales más altos, donde quedaron sobrecogidos ante la presencia de tres blancas cumbres brotadas esa misma noche del seno de la montaña.


Ya fuera como premio a su virtud o como castigo por su desenfreno -dependiendo de la versión-, las bellas pastoras habían quedado convertidas para siempre en tres inseparables montañas de mármol cubiertas de nieve, un símbolo de pureza sin igual. Las tres cimas serían llamadas desde entonces Las Tres Sorores o As Treserols, que significa Las Tres Hermanas.

La más alta, que es la del centro, se esconde con insistencia a la vista desde los profundos valles franceses, por lo que sería llamada por nuestros vecinos Mont Perdu o Monte Perdido. En realidad aparece desde cualquier sitio en cuanto se asciende un poco y, en los días claros, es visible desde medio Aragón. No en vano, sus 3.355 metros la acreditan como la tercera cumbre de todo el Pirineo y la montaña calcárea más alta de Europa. Su cara norte se considera el escenario más grandioso de toda la cordillera, al que sin duda contribuyen el Cilindro de Marboré y el pico de Añisclo, que se encuentran a su lado.



El pasado mes de agosto completamos una travesía de cuatro días por el Parque Nacional de Ordesa, que tenía entre sus objetivos la ascensión a estas cumbres legendarias, evitando además en lo posible las rutas más concurridas. Bastantes miles de metros de desnivel y 61 kilómetros de recorrido total, entre el barranco de Carriata y la ermita de San Urbez, dan para mucho. Pero ya nos hemos aclarado un poco con los cientos de fotos e impresiones de este bonito recorrido por los términos municipales de Torla y Fanlo, el inmemorial reino de las Tres Hermanas.



Picando sobre sus imágenes, podéis encontrar más detalles...

MONTE PERDIDO

CILINDRO DE MARBORÉ

PICO DE AÑISCLO