miércoles, 18 de marzo de 2009

Travesía de las Frondellas 2008 I Parte

El puente de la virgen de agosto de 2008 nos desplazamos un pequeño grupo del G.A. Javalambre a la zona del pico Balaitús, en el pirineo de Huesca, con la idea de ascender a la aguja Cadier por el barranco de Respomuso. El mal tiempo nos hizo desistir, excepto a los que seguíamos teniendo vacaciones la semana siguiente, cuando salió el sol: Jesús y yo. Esta es una descripción de la subida en imágenes. En una próxima entrada contaremos la bajada por los ibones de Arriel...

La Aguja Cadier –Pico Anónimo antes de recibir este nombre- es un pitón rocoso de base cónica y cima afilada que remata por el norte la cresta de las Frondellas al borde de la brecha Latour, que la separa del gigante Balaitús.

Su vía normal de ascensión coincide en gran parte con la del Balaitús por el barranco de Respomuso hasta el pie del cresterío, donde en lugar de rodear la base de la aguja para introducirse en la brecha Latour, busca un corredor previo de poca dificultad –brecha Cadier- que conduce hasta la horcada entre la aguja y la vecina Frondella Norte. En la pendiente inferior que da acceso al corredor suele haber un nevero muy persistente de unos 35º de inclinación que puede suponer el mayor obstáculo de la ruta. La corta trepada final desde la horcada a la cima no debe plantear en buenas condiciones un gran problema a personas medianamente habituadas a este tipo de terreno.

La presente descripción corresponde a la primera parte del recorrido circular con salida en el embalse de La Sarra, subida por Respomuso hasta la aguja Cadier y continuación por la cresta de las Frondellas para descender por los ibones y barranco de Arriel.

Se trata de una jornada dura pero que proporciona una visión muy completa del sector, aun dejando de lado su cima principal, lo que por otra parte viene bien para huir de las aglomeraciones. Puede considerarse como una alternativa a la travesía del Balaitús con subida por la brecha Latour y bajada por la Gran Diagonal, que no requiere cuerda y permite anotarse un mayor número de cumbres del ‘censo de tresmiles’.

La primera parte del recorrido asciende suavemente por la margen derecha del río Aguas Limpias, afluente del Gállego, entre el embalse de La Sarra y el llamado Paso del Oso.

Amplia zona de aparcamiento en la cola del embalse de La Sarra junto al puente sobre el río, un lugar muy conocido entre los aficionados al deporte de la mochila…

… Al igual que el camino al refugio de Respomuso y luego a la Casa de Piedra, una de las etapas más espectaculares en el recorrido del GR-11, que empieza muy sombreado cruzando hayedos y pequeñas cascadas.

Un cartel indica explícitamente que este desvío hacia el Pico de Arriel no es el mismo que el desvío a los ibones (que saldrá más adelante).

El Paso del Oso, o del Onso, es este bello tramo de senda que salva un encajonamiento del río por una repisa en la ladera rocosa situada a considerable altura sobre el cauce. A pesar de su amplitud, una simple cinta blanca de plástico nos recuerda el peligro de cualquier descuido al pasar por aquí, donde recientemente se ha producido algún accidente mortal. En invierno y primavera, todo el recorrido hasta el refugio de Respomuso, y en menor medida el propio emplazamiento del refugio, son lugares propensos para los aludes, por lo que es mejor evitarlos, y de hecho el refugio permanece cerrado en esa época.

Tras una hora de marcha aproximadamente llegamos a un explanada con un claro en el bosque y una vegetación quizá un poco alta para acampar aunque a veces hay alguna tienda: el Llano Cheto. Nuestro camino sigue en dirección al salto que forma el Aguas Limpias al fondo.

A nuestra izquierda vemos fluir la cascada que baja por el barranco de Arriel, aunque el desvío hacia los ibones se encuentra un poco más adelante…

… justo a mitad de la dura subida del fondo del llano Cheto, adentrándose de manera oblicua y abrupta hacia el bosque. Por aquí es por donde volveríamos al final del día.

Sería fácil pasar por alto el desvío de no ser por su clara señalización. Seguimos hacia Respomuso, hasta donde nos queda por lo menos otra hora.

La aparición de la presa del embalse de Respomuso al fondo se hace un poco de rogar, cuando todavía falta además un rato para llegar a ella. La majestuosa pirámide que se alza por detrás no es La Facha, sino el pico de Llena Cantal.

Como vemos ya a la altura del embalse, La Facha queda algo más lejana y a la izquierda, y no tiene una simetría tan perfecta. El pico más bajo y adelantado que se proyecta entre ambas es el de Campo Plano. ¿Por qué será que este circo de Piedrafita siempre me ha recordado al Valle de los Faraones (con un poco más de agua)?.

Si vamos hacia el Balaitús y no tenemos especial amistad con los guardas, no es necesario llegar al refugio. Podemos tomar este atajo hacia la izquierda que se dirige al barranco.

Un nuevo poste indicador unos metros más arriba nos confirma la dirección adecuada y el horario previsto hasta el Balaitús (3 horas).

Desde aquí todavía vemos cercanos el refugio y el embalse, con la divisoria de Musales al fondo, que es en el fondo la reponsable de que hayamos tenido que dar un considerable rodeo siguiendo al Aguas Limpias para subir hasta aquí desde Sallent.

Este esquema 3D muestra nuestra posición, y también lo que todavía nos queda.

Ahora ‘tan sólo’ se trata de ir remontando por su margen derecha el barranco de Respomuso, cada vez más alejados de su eje y más cercanos a la arista de Le Bondidier que iremos encontrando a nuestra izquierda. De momento, tenemos ya que ir separándonos del cauce y evitar esa primera loma con arbolitos por la izquierda de la foto. La brecha que hay al fondo no es por cierto la de Latour, todavía oculta y mucho más a la izquierda.

Una vez superada la loma, el refugio queda oculto por ella y ya no se ve, pero nos encontramos en un sendero muy definido.

Este era simplemente el primer escalón visual de los varios que tendremos que superar hasta acercarnos a la cresta principal, cada vez con menor presencia vegetal.

Llegados a esta altura, podemos ver ya el entronque de la arista de le Bondidier con la cresta principal y la depresión redondeada que marca la posición aproximada de la brecha Latour, que sigue invisible, y a la derecha parte de la cresta de Costillerou, donde se encuentra alguno de los tresmiles difíciles de la cordillera.

Más a la derecha, la cresta de Costillerou cambia su dirección EO a NS para continuarse con la cresta del Diablo, más erizada, y cerrar entre ambas el circo de Vuelta Barrada…

… en cuya cubeta vemos el ibón del mismo nombre.

Volviendo la vista atrás, han aparecido un sinnúmero de cumbres. Además de los fácilmente reconocibles picos del Infierno y de los del circo de Argualas, nos aventuramos a poner nombre a unos cuantos que se encuentran algo por debajo, en la olvidada centena de los ‘dosmiles novecientos’, muy abundantes por aquí.

Debemos andar ahora más o menos a esta altura.

Así que ha llegado el momento de abordar la cresta. Si fuésemos hacia el Balaitús vía Latour cruzaríamos ese nevero, pero buscamos ya la brecha Cadier, así que lo rodeamos por arriba para ir ganando altura en esa especie de plano inclinado que nos separa de su inicio…

… Y en el que, aunque no lo veíamos desde abajo, nos aguardaba un segundo nevero, todavía muy respetable a mediados de agosto, que vemos aquí ya desde la brecha una vez rodeado por su izquierda para no perder tiempo con los crampones. El característico espolón o contrafuerte de más abajo (señalado en verde) nos indica que estamos en el lugar correcto.

Rodear el nevero nos ha supuesto pasar por encima de esta fea rimaya sobre una roca por fortuna muy adherente…

… Y retornar a la protección del corredor por donde mejor hemos podido...

… Así que tal vez hubiera sido mejor ‘perder’ el tiempo con los crampones y haber accedido al corredor por aquí.

Una vez en la brecha el punto de mayor verticalidad puede salvarse sin problemas desplazándose un poco hacia la pared derecha (la de la aguja), como podemos ver desde abajo…

… Y desde arriba.

Tras este paso, el terreno se abre hacia una segunda pendiente superior, ocupada también en parte por otro nevero, en este caso más reducido, que parece evitable fácilmente tanto por la derecha, directamente hacia la aguja Cadier, …

… como por la izquierda, hacia la Frondella Norte, donde parece más fácil, por lo que seguimos por aquí hasta la horcada entre ambos picos.

Este es el nevero superior visto desde arriba.

Y el aspecto de la trepada final a la aguja desde la horcada, rodeando al principio un pequeño gendarme y buscando después el trazado con mejores agarres, que tiende un poco a la derecha del mojón culminante.

Una vista más cercana de esta corta pared cimera de la aguja Cadier.

Y de la horcada entre ella y la Frondella Norte.

Llegando a la cima de la aguja Cadier, estamos rodeados por lo que se llama un gran ambiente pirenaico, que no se refiere a la gente, de hecho no hemos visto prácticamente a nadie, sino a la cantidad de espacio vacío.

Este es el vertiginoso aspecto de la brecha Latour desde la cima.

Y la mole del Balaitús enfrente, con una cima incomparablemente ancha respecto a la nuestra, y seguramente más concurrida, aunque hoy sea lunes...


CONTINUARÁ...

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