viernes, 6 de agosto de 2010

Vía ferrata de Sacs, en Benasque

Vía ferrata instalada en la falda inferior de las tucas y ubago de Ixeia, sobre la margen hidrográfica derecha del río Ésera, a mitad de camino entre Benasque y la entrada al valle de Estós. Sigue en su parte inferior la vaguada de la barranquera de Sacs, hasta toparse y superar la pared que cae desde el collado de Ixeia, donde termina la vía. La senda de bajada se aproxima al eje del barranco de Ruda, un poco más al norte.



Parece ser que la actual ferrata sustituyó a una antigua en el mismo lugar, que estuvo cerrada una temporada por falta de mantenimiento, en una zona tradicional de escalada en el valle. Nosotros la encontramos equipada en buenas condiciones el 23/07/2010, aunque sin ninguna señalización del acceso y con la entrada totalmente húmeda tras las fuertes tormentas del día anterior.



Se entra por un camino que sale de la carretera general por la izquierda, justo enfrente del desvío a Cerler y sigue adelante unos 500 m. hasta un visible edificio de eléctricas (Central de Rigau) con sitio para aparcar. Dejamos el vehículo y cruzamos allí mismo el río por un puente para seguir aguas abajo una senda indicada como 'Camino de Les Someres.



Tras cruzar un pequeño puente de madera sobre el torrente de Ruda, vemos por nuestra derecha la llegada del camino de bajada: tenemos que pasar de largo y tras un corto paseo por una repisa junto al río nos salimos ya del camino por un minisendero que se aproxima a la montaña (coordenadas UTM: 31T 0297932 4721677 N).









El punto de entrada es un diedro abierto y poco vertical que recoge aguas de la torrentera superior, por lo que nos lo encontramos muy mojado y resbaladizo tras la intensa lluvia del día anterior, complicando bastante el arranque.





Una vez superado, viene un largo tramo de plano inclinado donde puede andarse en posición semierguida y únicamente es necesario el cable continuo de seguridad, apoyado en algunos puntos por presas de rocódromo ancladas en la roca.







La pared donde empieza verdaderamente la emoción es muy vertical y aérea, con dos o tres pasos extraplomados cortos, uno de ellos en travesía hacia la derecha y el último justo antes de la salida, que requieren decisión y confianza en los brazos. Puede considerarse por ello una vía de dificultad media-alta, más exigente por ejemplo que las de Foradada o Sesué. Se invierten unas tres horas entre la subida y el regreso.





























La senda de bajada, por nuestra derecha según se sale y marcada con puntos rojos, se adentra al principio en un bosque cerrado y vertical, donde no queda más remedio que agarrarse a los troncos si el piso está húmedo. Pero poco más abajo se continúa ya por un sendero muy definido y sombreado.





No es desde luego la mejor como iniciación, pero si ya conocéis el gusanillo de las ferratas, no hay que perdérsela...




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